16 ene 2014

Fear and Loathing in Monterrey

No he podido dormir bien en meses.

Mi cama solo ha sido el depositario de posiciones, bostezos y falta de sueños.

Voy a la farmacia y recorro los pasillos asepticos llenos de productos con cajas de cientos de colores, "una galaxia multicolor de estimulantes, calmantes y alucinógenos". Pero mi problema no lo puede resolver una simple pastilla, algún producto para hacer mi cabello más estético, mezclas para hacerme más musculoso, para ser más delgado, durar más, engordar menos, reducir imperfecciones, desaparecer cicatrices.

Mi problema está allá afuera.

Mi problema está en cadena nacional, día tras día, hora tras hora.

Mi problema camina enfundado en pantalones enormes y cabezas vacías.

Mi problema maneja máquinas de gran peso en estados inconvenientes.

Mi problema es orgulloso y no admite errores.

Mi problema está sentado moviendo la boca para simular hacer algo.

Mi problema alza la voz solo por gloria propia.

Mi problema no desea salir de ese estado de confort.

Mi problema intercambia risas fáciles por la intimidad y auto conocimiento.

Mi problema está en alto parlantes con furia y auto indulgencia.

Mi problema tiene miedo al vacío y le grita a la pared.

Mi problema celebra la sangre derramada.

Mi problema es mi problema, pero también debería ser el de todos.



1 comentario:

  1. El problema SÍ es problema, y no como dice la pseudopoesía barata de Arjona.

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