20 sept 2017

Marcus J.K. "Desentendido y Desatendido" en vivo, desde El Botanero de Tartán

Hola, hola.

Gracias. Gracias. Es un gusto estar aquí. Bendito Dios que estoy aquí. Gracias a Dios... que estamos aquí. Han sido tiempos difíciles, lo sé. Con todo este caos, en el país, en el mundo. Hombre. Son tiempos difíciles. Pero gracias por estar aquí. Por darte un tiempo para reír.

Porque la vida es corta. Y ustedes y yo lo sabemos. En cualquier momento podríamos morir. Una bomba nuclear. Desastre natural. Quién sabe. Tal vez mientras hablamos el primer sismo de alto nivel  en la historia inicia en un área registrada categóricamente como de nula actividad sísmica. 

Quién sabe. Quizás podría ser hoy el día que morirás. Pero quizás y si nos toma de sorpresa en esta hora, solo quizás, morirás con una sonrisa. Iremos... memeando nuestro camino hasta el olvido. Y suena oscuro, ¿no? Poniéndolo en ese contexto. Pero la verdad es que estamos tan acostumbrados a vivir al riesgo de la muerte. Todos los días. A cada momento. Cuantas personas no vemos a diario manejando y con el celular en mano. Poniendo en riesgo... Dios sabe cuantas vidas en el proceso.

- Jeje, notificación OH DIOS MÍO, DÍOS.
SHHHIUMM, CRUSH GRRR. Crash...
Y en el otro extremo.
- Hey, mira, Chuy me comentó en la foto... qué interesante.


Pero hombre, es difícil. Cada día es difícil. Sobre todo para nosotros cuya fe es... por no decir, nula, pero ciertamente la tenemos cuestionada, en tela de juicio. Porque para los hombres de fe es sencillo. Hay un inicio, e inevitablemente habrá un final. Ellos ya lo tienen contemplado. Está en su plan de vida. Los tiempos finales ya vienen. Ok, entonces, mátate... es decir, ¿por qué no? No te veo matándote. Acelerando el proceso del plan perfecto... de tu creador todopoderoso vio desde un inicio. Bueno, a algunos islamistas, si, pero ustedes entienden el punto.

Tienes el control completo de tu destino, de tu vida. De cada aspecto de tu existencia, qué haces, qué no haces, y, hasta cierto punto, dónde y cuándo cagar, ¿por qué entonces es tabú... la idea de que podamos tener el control sobre la manera en cómo queremos morir siempre y cuando no afecte a los demás? Prefiero salir con dignidad. Yo no elegí como entré a este lugar. A mí solo me empujaron a escena.
- Eh, we, tú sigues.
- ¿Quién? ¡¿YO?! Viste como está afuera.... AFUERA ESTÁ ENLOQUECIENDO. 
Si no pude controlar el hecho de que entré al escenario en las peores condiciones. El asiento trasero de un taxi, el patio de mi abuela... el IMSS. Y eso es solo hablando del momento en que naces, ya ni hablemos entonces del lugar. Algunos bebés, nacen... en algún lugar fantástico de primer mundo, en lo que llaman las cunas de oro... mientras tanto otros niños solo nacen y es como:
- Hey, ¿qué onda... ? ¿Qué? ¿Qué no hay comida? Oh, bueno.
Y está hecho. Muertos.  Supongo que lo intentaré luego... después.
¿Por qué no me permiten al menos salirme bajo mis propios términos?

Creo que por eso es tan atractiva la idea de la reencarnación. Es como entrar en una rifa por el solo hecho de existir. Con solo ser ya eres parte de la tómbola de la vida. Hoy una mariposa... mañana un imponente tigre de Bengala. Pasado un refugiado nadando el mediterráneo... tratando de escapar de esos países infernales. La reencarnación es como la rifa entre empleados... en Navidad, si no tienes un empleo de mierda, claro. De esas rifas en las que al menos todos... los que no sacaron una pantalla plana, al menos se fueron con su caja de 3 Ferreros-Rosher con moño.
- Feliz Navidad... ahora ve y saca esas copias, puta.
- Osh, pero el siguiente año... me sacaré la pantalla plana. 
Creo que por eso es tan atractiva la idea de la reencarnación.

Saben. Y todo eso es difícil. Es porque es difícil decir adiós, es realmente difícil. El hombre solo está diseñado para obtener cosas nuevas. Eso es lo que empuja a todo ser vivo, a obtener más. Para el hombre de las cavernas era una imposibilidad perder las cosas. Vivía muy poco.
- Uhm. Carne. Rico.
- Quiero. Dame.
- No.
PUM. Muerto.
En promedio seguro vivíamos menos que las cosas que se supone que atesorábamos. El árbol que nos daba sus frutos, nuestro propio ganado, el pasto del cual obtenemos su grano. No podemos, estamos imposibilitados por diseño... a no poder dejar las cosas ir. Hoy en día edificios se crean y se destruyen, y eso sucede durante nuestro propio ciclo de vida y no podemos dejar de ser unos maricones al respecto.
- Mira, esa es la escuela en la que yo estaba. El salón del segundo año, el grupo "C". Y, y, y, ya no está.
A NADIE PUTAS LE IMPORTA.
Nadie... en la perra vida... le importa donde cursaste un bimestre de tu secundaria, en aquél ejido perdido en la nada. Pero es normal. Es común. Todos lo vivimos. Es difícil dejar las cosas ir. Yo no puedo salir de mi casa sin mirar en el retrovisor el semblante bizco y perdido de mi perro a la distancia... sin soltar una lágrima.
- Pronto. Pronto mi bebé. Papá regresará. Solo se fuerte.

Por eso siempre queremos dejar esa responsabilidad a alguien más. Somos débiles.
- Primeramente Dios.
- Si Dios nos presta licencia.
- Esperar qué dice el médico.
- A ver que dice el juez.
Hace ya mucho tiempo, yo si tuve la suerte, además de tener el playset completo, padre, madre y hermanos, tenía mis abuelos, el juego íntegro. Maternos, paternos. Pero tenía un bonus, algo extra que nadie más parecía tener en todo el rancho. Tenía al menos 2 de mis bisabuelas. Y los niños del patio de la escuela:
- ¿Qué hiciste en el verano?
- Vi a mi bisabuela en el rancho.
- ¿Qué es una bisabuela?
- Es lo que aún tienes cuando los abuelos de tus papás no fumaban Raleigh quitándole el filtro.
Y los niños:
- Wow.
Maravillados. Una cosa de otro mundo.
- Si, me enseñó a matar pollos. Al parecer los agarras como matracas desde el cuello, les das vuelta, los sueltas y eventualmente se agotan hasta que mueren.
Pero volviendo. Al despedirme de mi bisabuela, ella siempre decía. Se terminaba el verano y teníamos que regresar a casa:
- Bueno, adiós abuela, te quiero.
- También te quiero. 
- Si, nos vemos.
- Primeramente Dios.
¿Cómo qué primeramente Dios? Abuela, cállate, ¿cómo Dios no va a querer? ¿Es decir que Dios por mero capricho y basado en ninguna especie de reacción pecado-consecuencia puede arrebatarte de nuestras vidas? Dios va a querer. Debe querer. Como Dios, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, dador y tomador de vida, señor, oh, todo misericordioso... va a querer quitarme... a mi abuela, ¿qué hay qué ganar? Solo tenía 8 años, no hay nada que demostrar, Dios. Solo sigue apareciendo regalos debajo del árbol cada Navidad y yo seré un buen chico y me confesaré. Es más... me masturbaré menos. Porque también hay que mantenernos honestos, después de todo es Dios, todo lo ve.. Lo único que tenías que hacer era enseñarme un fantasma o hacer que viera una luz en la noche y de la nada. No quitarme a una abuela solo porque si.

Primeramente Dios. Así es como nos enseña la vida, por medio de nuestros padres de manera muy sutil a que no estamos en control de nada sobre nuestras vidas. Donde nacemos. Qué clima hará. Qué clase de gente nos rodeará el día de hoy. Tendrán desodorante. No tendrán desodorante. Pedirán dinero en el crucero o solo una cooperación para la casa hogar de niños huérfanos.

La vida está tan más allá de nuestro control que tuvimos que comenzar a inventar cosas.. para darnos importancia dentro del gran esquema de la existencia. Aparecimos y lo primero que pasó fue:
- Eh, ¿qué es eso?
- Ah, es... eso es el sol.
- Oye, ¿sale siempre?
- Si, lo llamamos... día. Claro. Cada día.
- Pero, ¿y si no está?
- Bueno, es que es... cuando es... pues de noche.
- No, pero... a veces, como que debería estar... pero a veces como que no. Y como que me confundo un poco.
- Ah, eso es un eclipse. Si.

Como niños tratando de impresionar a la primera chica que nos habla y que no es para pedirnos una tarea. Solo inventando cosas... conforme nos las encontrábamos. Designándolas. Clasificando, agrupando y acomodando por características comunes, compartidas o que les diferencian, de pronto todo el mundo natural estaba organizado. Y, como ese riguroso sistema de esquematización del mundo natural no existía porque no tenía porqué existir, le tuvimos que sacar un nombre de la nada y a eso le llamamos ciencias. A la naturaleza no le interesa si le llamamos res a la res. Lo único que le interesa es que cumpla su función. Que lleve a cabo su ciclo. Para nosotros una hamburguesa aunque te digan que es de res, y sea de burra, te sabrá a res. Porque así estamos de enajenados con los nombres, tan ensimismados en que todo lo tenemos resuelto, descifrado.

Volviendo al ejemplo de los días. Los días no son nada. Un "día" no tiene significado más allá de "Oh, puta... otro día que llegaré tarde al trabajo". Un día para el Universo no es nada. Lo que es más, la métrica "día" es tan inútil que solo es aplicable para aquí, en la Tierra. Un "día" para el planeta Mercurio dura 58 veces más que lo que conocemos como un "día terrestre". Un "día" para Saturno es la mitad. 0.4 veces un "día" en el planeta Tierra. En consecuencia el tiempo no es nada. Horas, años, segundos, lustros, siglos. No significa nada. El tiempo es solo una forma de medir el lapso entre el "mira lo que acabo de comprar" hacia el inevitable "perra madre, ya no los hacen como antes".

Así es como son las cosas. Entonces, ¿en qué estábamos? El tiempo no es nada. La muerte no la controlamos y como consecuencia menos la vida.

Finalmente quedamos nosotros. El yo. El gran misterio. El hombre.

Esencialmente, al final del día, sea lo que eso sea, los humanos somos seres aburridos. Los humanos somos tan aburridos que tuvimos que inventar cosas... para hacer la vida más complicada. Millones de años, llevan caimanes, cocodrilos y tiburones sin esencialmente ningún cambio estructural. No los veo compadeciéndose de sus víctimas. O preguntándose si se ven bien el día de hoy ¿Qué son esos? ¿Sentimientos? ¿Para que...? Porque... a veces siento bonito, a veces feo. ¿Qué? Solo come y coge! La naturaleza te dice:
- ¡¿Vida?! Pero si no es tan difícil. Te di pene, a ti te di vagina, solo tállense entre ustedes esas cosas como si no hubiera un mañana hasta que salgan niños de la nada, coman y ya... es todo. Es ASÍ de simple. Así es como funciona... la vida, nos grita la naturaleza.

Solo una cosa... solo... solo traten que cuando salga el güerco... no sean infelices... que no les salga en un taxi. Es lo mínimo que les pido.

Gracias público, ¡nos vemos! Son maravillosos...

***

2 comentarios:

  1. Saludos, Cristóbal. Me da gusto que sigas escribiendo. Abrazo, brother :)

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  2. jajaja eres el mejor! espero que pronto vayas a hacer tu show para la posada en la casa del adulto mayor. Que andes genial.

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